Sobre las doce y media del mediodía de ayer, la Ertzaintza recibía la llamada de un ertzaina fuera de servicio, quien daba cuenta de que tenían retenido a un individuo que, supuestamente, acababa de robar un producto en una farmacia de la calle Artekale, de manera que solicitaba la presencia de una patrulla.
Esta llegaba poco después y los agentes contactaban tanto con el comunicante como con el responsable de la farmacia, quienes les relataban tanto lo sucedido en el comercio como la interceptación del sospechoso por el agente fuera de servicio y por un trabajador que se encontraba en ese momento en el lugar y que habían sido testigos de la huida.
Asimismo, el agente fuera de servicio informaba a los ertzainas de que, en el momento de su interceptación, el presunto ladrón había proferido amenazas contra su persona, motivo por el cual pensaba interponer la correspondiente denuncia.
Ante estos hechos, los agentes identificaban al sospechoso como un varón de 32 años de edad y, tras realizar las oportunas comprobaciones, procedían a su detención bajo la acusación de los delitos de hurto leve y amenazas, trasladándolo a dependencias policiales.