Minutos antes de las siete de la mañana de ayer, sábado, un agente de la Ertzaintza que se encontraba en la confluencia de las calles Ribera y Belostikale era testigo de cómo, a cierta distancia, un individuo que iba acompañado de dos mujeres, al ver a un varón que iba hablando por su teléfono móvil, se abalanzaba repetinamente sobre él, le agarraba el móvil con una mano, con la clara intención de arrebatárselo, y forcejeaba con él para que lo soltara. Como quiera que la víctima no lo hacía, en un momento dato el agresor lo tiraba al suelo y, una vez allí, le propinaba un rodillazo y varios puñetazos en el pecho.
Ante esta situación, el agente se dirigía hacia los dos hombres a la carrera, identificándose como ertzaina, lo que hacía que el agresor soltara a su víctima y saliera corriendo por la calle Belostikale, iniciándose una persecución. Instantes después, era interceptado por el agente, quien lo inmovilizaba y daba aivso a SOS-Deiak/112 para que enviara una dotación policial.
Ya con la situación controlada, el agente procedía a la detención del sospechoso, un varón de 28 años de edad, bajo la acusación de un delito de robo con violencia, y una patrulla lo trasladaba a dependencias policiales.