El estudio constata el alto nivel de preocupación que muestra la población por la extensión del coronavirus, así como por las consecuencias que la crisis pueda tener en la economía familiar y en la de Euskadi. Así, el 45 % opina “que lo peor está aún por llegar”.
Sobre las medidas adoptadas para hacer frente a la pandemia, la percepción mayoritaria es que la población está reaccionando con civismo y solidaridad.
Además, el 40% de las personas encuestadas opina que deberían imponerse medidas más restrictivas, dada la evolución actual de la pandemia. La posibilidad de imponer un nuevo confinamiento domiciliario es apoyado por el 45% de la población, frente al 52% que se muestra contrario.
El trabajo arroja, además, el bajo nivel de percepción de riesgo al contagio que muestra gran parte de la población vasca. Así, un 71% considera que, teniendo en cuenta sus actividades, sus contactos personales y las medidas de prevención que adopta, es poco o nada probable que se contagie de coronavirus.
La gran mayoría se vacunaría
Según este estudio, la gran mayoría de la población vasca (75%) acudirá a vacunarse cuando se le ofrezca la posibilidad de hacerlo, frente al 19% que todavía se muestra insegura y el 5% que afirma que no lo hará.
Finalmente y sobre las expectativas de futuro, 2 de cada 3 personas preguntadas creen que hasta 2022, o incluso 2023, no se podrá volver a vivir en un escenario similar a antes de la pandemia.