No obstante, los agentes sospecharon de su historia e investigaron las circunstancias en que se había dado el ataque. Después de analizar los hechos y buscar testigos, se descubrió que lo que había pasado en realidad es que el hombre se cayó solo, debido a su estado de embriaguez y sin la intervención de terceras personas, se fracturó la cabeza y perdió el móvil.
Es por eso que el hombre ha sido detenido como presunto autor de una simulación de delito y ha pasado a disposición de la autoridad judicial.
Según las fuentes policiales, este tipo de casos no son extraños. Hace unos meses, en Coslada, un hombre denunció que lo habían estafado casi 2.400 euros en más de 100 compras en una empresa de comercio electrónico.
Una vez investigados los hechos, los agentes descubrieron que había sido el mismo denunciante quien había realizado las compras y que todas los pedidos se habían entregado con éxito a su domicilio o puesto de trabajo. De la misma manera, se lo imputó por una simulación de delito.
Otro caso fue el que tuvo lugar hace un mes en Fuengirola (Málaga), cuando un hombre de 46 años se gastó más de 3.000 euros en un prostíbulo con la targeta de su empresa y después denuncio que se la habían robado para justificar el gasto.